4.4.09

La locura


Peter Sutcliffe
¿Están realmente locos?

Hay que entender que una cosa es tener alguien completamente loco que a un psicópata/sociópata. La incidencia de psicosis en los asesinos seriales es de la misma proporción que la del resto de las personas comunes y corrientes. En todo caso la cuestión se reduce, gracias a la regla McNaughen, a lo siguiente: ¿El criminal entiende la diferencia entre el bien y el mal? Si el homicida huye, en un intento por ocultar el crimen, entonces comprende perfectamente el valor de sus actos. Pocos asesinos seriales han podido acreditar locura, entre ellos están Peter Sutcliffe y Ed Gein.

Ya he hablado de la naturaleza manipuladora del asesino serial, quién tratará de alegar "locura legal" para defenderse y así evitar la pena de muerte. William Hickman cometió la estupidez de enviar una carta a otro preso, donde cínicamente explicaba como actuaría de tal modo que se creyese que estaba loco. Nunca imaginó que durante el juicio dicha carta llegaría a manos del juez y de la opinión pública.



H. H. Holmes
Alter Egos
Es frecuente el hecho de que un asesino serial fabrique un alter ego. Esto consiste en fingir que tiene una doble personalidad; la que usualmente toma control de la situación a la hora de que el sujeto comete sus crímenes. Esta burda estratagema no da resultado, siempre y cuando el sujeto sea analizado por psicoanalistas competentes. La conducta queda explicada por el hecho de que el asesino siempre trata de evitar la culpa, evadiendo así la responsabilidad de sus actos. Un caso de verdadera doble personalidad es extremadamente raro.

Alter egos de famosos asesinos seriales:

Edward Hatch, el de H.H. Holmes
George Murman, el de William Heirens
Jack Hanley, el de John Gacy
Steve Walker, el de Kenneth Bianchi


Herbert Mullin
Esquizofrenia

La mayoría de los esquizofrénicos pueden resistir las agresivas órdenes provenientes de sus alucinaciones. En el caso de Herbert Mullin, el escucha la voz de su padre quien le azuzaba: "¿Qué ocurre?... No veo que me des lo que te pido, ve y mata a cualquiera!." Mullin por su parte, creía salvar al mundo, librándolo de terremotos. A diferencia de otros asesinos seriales, él no buscaba cierto tipo de víctimas. Si no que entre ellas encontramos a una familia, a un sacerdote, a un pordiosero y a algunos campistas.

Tras el arresto de Mullin, todos estaban convencidos de tener a un paranoico esquizofrénico frente a ellos, sin embargo a pesar de todo, fue declarado legalmente sano. A diferencia del resto de los asesinos, el peleó por declararse sano y no loco como los demás. El mismo manifestó ser un buen americano, víctima de una conspiración y que merecía la libertad.

John Linley Frazier eliminó a una familia completa de Santa Cruz, CA. en 1970 porque pensaba que "contaminaban y destruían la tierra." De todos modos fue declarado legalmente sano y sentenciado a cadena perpetua. David Berkowitz también alegó esquizofrenia, pero luego de un tiempo decidió dar una conferencia de prensa donde negó la existencia del demonio que según el, moraba dentro de sus pensamientos.

Asesinos por naturaleza
Semilla del mal
¿Es un criminal psicópata realmente distinto desde su mismo nacimiento?
A la distancia de los hechos, muchos padres aseguran notar grandes diferencias en relación con el resto de sus hijos. A los tres años, Ted Bundy se coló a la recamara de su joven tía Julia y colocó cuchillos de cocina debajo de las sabanas en la cama; "estaba ahí parado, solamente hizo una mueca y se fue..." relató la tía años después.
¿Será posible afirmar que estos niños nacieron bajo la sombra del mal?
El medio ambiente como factor no explica por si solo la aparición de la conducta criminal. Si existe alguna explicación genética, es una aguja dentro del pajar; una mutación muy discreta. De hecho es muy difícil aceptar que haya familias de asesinos seriales. Aún no se tiene conocimiento del "gen asesino." Aunque las investigaciones han revelado que hay ciertas tendencias genéticas que predisponen a conductas violentas. Lo que si es que malas semillas florecen en malos ambientes.

El factor químico

Carl Panzram

Altos niveles de testosterona no resultan peligrosos, en tanto no se combine esa condición con un bajo nivel de serotonina porque las consecuencias pueden ser peligrosas. La testosterona se asocia a la necesidad de dominar (muchos atletas y hombres de negocio la poseen en alto nivel). Sin embargo no todos pueden ser "el rey de la colina" dado que existen muchos mecanismos "freno", entre ellos la hormona serotonina que mantiene estables los picos de tensión emocional.
Niveles anormalmente bajos de esta sustancia provocan que la frustración lleve a la gente hacia conductas agresivas y a periodos de sadismo. La detección de desajustes químicos implica que se requiere tratamiento médico.

Metales como el manganeso, hierro, cadmio y cobre han sido encontrados en altos niveles dentro del sistema de varios criminales violentos. El exceso de manganeso disminuye los niveles de serotonina y dopamina en el cerebro, situación que representa el preludio de la violencia. El alcohol acentúa la contaminación por metales en sangre.

Defectos cerebrales

De acuerdo a varios investigadores, defectos en el cerebro o lesiones graves en el mismo son un factor presente en los casos de conducta violenta y/o psicópata. Lesiones en el hipotálamo, el lóbulo temporal o en la región límbica provocan desajustes en la conducta y/o en la personalidad.
El hipotálamo regula el sistema hormonal y las emociones. El llamado "cerebro superior" tiene poco control sobre esta región. Y existe una gran cercanía física entre las regiones que controlan la sexualidad y la agresividad dentro del mismo hipotálamo. Esta región cerebral puede lesionarse a través de un accidente o por desnutrición.

El lóbulo temporal es más susceptible al daño físico debido a que la parte del cráneo que lo protege es muy delgada. Las lesiones por golpe seco o trauma provocan en el afectado reacciones emocionales violentas. Generalmente las lesiones del lóbulo derivan en problemas de epilepsia.
El investigador Pavlos Hatzitaskos demostró que una gran porción de los condenados a muerte, tuvo severas lesiones cerebrales y que 70% de los pacientes que sufrieron algún daño cerebral, desarrollarán alguna conducta violenta. La mayoría de los asesinos seriales sufrieron lesiones en la cabeza durante las golpizas de que fueron objeto, golpes completamente accidentales, etc. Entre ellos tenemos a Leonard Lake, David Berkowitz, Kenneth Bianchi, John Wayne Gacy y a Carl Panzram.


Leonard Lake

Otros detalles

Los asesinos seriales requieren de estímulos particularmente fuertes para experimentar excitación nerviosa. Por ejemplo: un repentino y fuerte sonido no les asusta, contrariamente a lo esperado. Su ritmo cardiaco y la temperatura de la piel son sensiblemente más bajos que el promedio. El sistema nervioso autónomo de la gente más violenta es intensamente pasmoso.

Como conclusión se puede decir que aunque los factores vistos influyen decisivamente en la aparición de conductas criminales, no bastan aún para predecir por completo el asunto. Existen innumerables lesiones cerebrales que no conducen necesariamente a conductas violentas. Lo que se sabe es que de ningún patrón en particular emerge un asesino serial. Tal vez sea la combinación de una predisposición química con factores ambientales. En unos años mas es posible que conozcamos la respuesta.