Fish es un asesino en serie y caníbal norteamericano que también es conocido por los nombres de
"Hombre gris""El hombre lobo de Wysteria"
"El vampiro de Brooklyn".
Los reportes de su niñez describen a Fish como un niño problema que cada sábado se desaparecía. A los 15 años se gradúa de la escuela pública y se cambia de nombre cansado de las burlas de los compañeros que le llamaban 'Ham and Eggs' En 1898 se casa con una muchacha 9 años menor que el, de este matrimonio resultan 6 hijos. Increíblemente Albert Fish fue un buen padre para ellos. Sus hijos fueron testigos de innumerables actos extraños y bizarros por parte de su padre, pero éste jamás abusó o golpeó en mala manera a alguno de ellos. Al menos eso es lo que se sabe al día de hoy. La mujer de Fish lo abandona para irse con un sujeto de nombre John Straube y al parecer ella tampoco era de lo mas sano mentalmente hablando. Años después aún con su amante por un lado, pide a Fish que regresen. De nuevo desaparece la señora Fish para nunca volver a ser vista por sus familiares.
Billy Gaffney El Primer niño secuestrado por Fish
Para la policía de Nueva York, la desaparición de menores no era un crimen desconocido. En 1927 se había reportado la desaparición de Billy Gaffney en Brooklyn. El 11 de febrero jugaba afuera de su casa con un niño de tres años y cerca estaba otro muchachito de doce años cuidando a una hermana menor, pero este tuvo que entrar a casa al escuchar el llanto de la bebe y al regresar notó la ausencia del par de chicos y le contó al papá del niño mas pequeño. Tras la consabida búsqueda hallaron al pequeño en la azotea del edificio y la pregunta obligada fue "¿Dónde está Billy Gaffney?", a lo que el niño respondió que el Coco se lo había llevado. La descripción dada por el niño era que el Coco literalmente "The boogey man took him." Al día siguiente inició la búsqueda por los alrededores pues se pensó que el niño pudo haber caminado y caído en el canal de aguas negras cercano o en algún agujero de construcción. Nadie tomo en cuenta la opinión del pequeño testigo y su sencilla descripción del secuestrador. Ante la futilidad de aquellos esfuerzos a alguien se le ocurre escuchar con atención a la descripción dada por el niñito quien relata que el 'boogey man' es un viejito de complexión delgada, con bigote y cabello grises. Sin embargo la policía no presta gran atención a esta interesante descripción que NO es conectada con un anterior crimen adjudicado al "Grey Man'..". el hombre gris en español.
The Grey Man
Fotografía de la niña Grace Budd
El señor Howard promete pasar mas tarde por los jóvenes a quienes les da un par de dólares 'para que se vayan al cine' puesto que antes debe atender un compromiso familiar. Su hermana había hecho una fiesta para una de sus hijas. Y justo ya para salir de la casa, con los dedos en la puerta al señor Howard se le ocurre invitar a la pequeña Grace para que lo acompañe a la fiesta de su sobrina. La señora Delia Budd pregunta que donde es la fiesta y este le responde que en la calle Columbus y la 137 y duda que deba dejar ir su niña a la tal fiesta, pero el señor Budd la convence dado que a la niña no le toca divertirse mucho, de ese modo la señora ayuda con su abrigo a la niña y la ve partir con el anciano hasta perderse de vista por la calle.
El señor Howard había prometido traer de regreso a la pequeña Grace antes de las 9 de la noche pero el tiempo paso en vano aquella tarde sin una sola noticia de la niña o del anciano. Pasaron una inaguantable noche sin dormir sufriendo por saber que estaba ocurriendo y trataban de consolarse creyendo que tal vez la fiesta se habría alargado y que la pequeña Grace estaría con la sobrina del señor Howard. Al día siguiente Edward es enviado a investigar a la dirección que había dicho el viejo, pero no encuentra el lugar y acto seguido da aviso a la policía. A continuación todo fueron malas noticias para la dolida familia Budd. De acuerdo a las primeras pesquisas no existía ni la dirección de la calle 107, ni tampoco un tal Frank Howard y mucho menos una granja de las características reportadas en Farmingdale Long Island, aquel viejo que había desaparecido con la hija de los Budd era un fraude. Fueron mostradas a la familia una serie de fotografías de conocidos abusadores, pederastras y criminales pero no hubo resultados favorables. El 7 de Junio se envían más de 1,000 volantes a las estaciones de policía donde se detalla el aspecto de secuestrada y secuestrador. Esta acción desata una fiebre de avistamientos de la niña Grace, muchos de los cuales resultan engaños pero a pesar de todo cada caso tuvo que ser revisado por los 20 detectives que se hacían cargo del caso. Pero hubo un par de evidencias sólidas. La policía pudo hallar la oficina de la 'Western Union' desde la cual el tal Frank Howard había enviado el recado del sábado e inclusive se recuperó la nota original escrita a mano. También se pudo encontrar el carrito donde se había comprado el queso fresco que Howard había regalado a la familia la mañana del domingo. Estos hallazgos fueron en el East Harlem, por lo que la zona adquirió el foco de las investigaciones policíacas.
Volante con información del secuestro.
En Julio de 1924 el niño de 8 años Francis McDonnell jugaba al frente de su casa en Staten Island, la madre estaba sentada el poyo de la casa cuando observó a un anciano en medio de la calle hablando consigo mismo, el anciano hizo un saludo con su sombrero y desapareció por la calle. Horas después aquel viejo sería visto de nuevo observando a Francis y los otros niños que jugaban a la pelota. Minutos más tarde este platicaba con Francis y juntos desaparecieron. Luego un vecino vio a un niño muy parecido a Francis caminando junto a un viejo pordiosero cerca de un área boscosa. La desaparición del niño no fue notada hasta la hora de la merienda, su padre un oficial de policía organizó la búsqueda y en efecto, fue hallado debajo de hojas y ramas en el bosque. El niño había sido brutalmente atacado y asfixiado de tal modo que las autoridades dudaron de que el viejo y frágil anciano haya tenido la fuerza de inflingir semejante daño a la víctima. Entonces se supuso la existencia de un cómplice. La cacería del asesino pronto se echo a andar pero sin grandes resultados a pesar de los esfuerzos y de la formidable cantidad de agentes involucrados en la misma. Los expertos en huellas dactilares de Manhattan fueron llamados a escena pero con nulos resultados. La testigo principal fue la madre de Francis quien nunca pudo olvidar el aspecto gris y decaído del Grey Man... el caso quedó en ese momento, en el absoluto misterio.
Habían pasado ya 6 años de la desaparición de la niña Grace Budd y el único que aún no se daba por vencido era el detective William F. King encargado del caso, pero justo cuando faltaban 4 semanas para que la oficina de personas desaparecidas cerrara oficialmente el caso ocurrió un hecho estremecedor y afortunado a la vez: Uno de esos días, la señora Delia Budd recibió una carta que gracias a que no sabía leer la salvó de una terrible impresión. Edward Budd es quien le da lectura a la misma e inmediatamente corre a entregarla a la policía. La carta decía mas o menos lo siguiente.
Querida Sra. Budd
En 1894 un amigo mío se embarcó como ayudante de cubierta en el vapor Tacoma siendo el capitán John Davis. Navegaron de San Francisco a Hong Kong en la China. Al llegar allá el y otros dos marineros desembarcaron y se fueron a emborrachar. Al regresar a puerto, el barco se había ido. En ese tiempo China padecía una hambruna, cualquier tipo de carne costaba de 1 a 3 dólares la libra. Tanto era el sufrimiento de los pobres que los niños menores de 12 años eran vendidos como comida con el propósito de que los demás no murieran de hambre. Un niño o niña menor de 14 años no estaba seguro en las calles. Uno podía ir a una tienda y pedir carne, costillas o bisteces y al mostrador era traída alguna parte desnuda del cuerpo de un niño para que uno eligiera lo que mas deseara. El trasero de niño o niña que es la parte más deliciosa del cuerpo era vendida como un corte fino a un precio alto. John permaneció en aquella tierra por mucho tiempo al grado de tomarle gusto a la carne humana. A su regreso a Nueva York se robó dos niños de 7 y 11 años. Los llevó a su casa donde los desnudo y amarro en un closet. Quemó todo lo que traían puesto. Varias veces durante los días y las noches los apaleo y torturó con el objetivo de que la carne les quedara buena y tierna. El primero en matar fue el niño de 11 años, puesto que tenía el trasero más grande de los dos, es decir tenía la mayor cantidad de carne. Cada parte de su cuerpo fue guisada y comida excepto la cabeza, los huesos y las vísceras. Todo el fue hervido, frito y guisado. El niño pequeño fue el siguiente y pasó por el mismo proceso. Por ese tiempo yo vivía en la 409 y la 100 muy cerca, por la parte derecha. Tan seguido me decía lo buena que era la carne humana que me hice a la idea de que debía probarla también. El domingo 3 de Junio de 1928 toqué a su puerta en la 406 oeste y la calle 15. Llevaba queso y fresas, tomamos el almuerzo. Grace se sentó en mi regazo y me besó. Me propuse comerla. Bajo el engaño de llevarla a una fiesta le pedí le diera permiso a lo que usted accedió. La conduje a una casa vacía que había elegido con anterioridad en Westchester. Cuando llegamos, le pedí que permaneciera afuera. Mientras ella recogía flores subí las escaleras y me quite todas mis ropas. Sabía que si no lo hacía de ese modo, podría mancharlas de sangre. Cuando todo estuvo listo fui a la ventana y la llamé. Me escondí en el closet hasta que estuvo en el cuarto. Al verme desnudo comenzó a llorar y trató de escapar por las escaleras. La sujeté y ella dijo que le diría su mama. Primero la desnudé ¡cómo pataleó, araño y me mordió! pero la asfixie hasta matarla. Luego la corté en pequeños pedazos para poder llevar la carne a mi lugar. Guise su rico y delicioso trasero. Me tardé 9 días en consumir todo su cuerpo. De haber querido hubiera tenido sexo con ella, pero no quise. Murió siendo virgen.
Nadie podía creer que la carta fuera realidad, sino que era obra de algún sádico que deseaba molestar a los señores Budd, sin embargo el detective King se dio cuenta que algunos detalles de la carta coincidían con los del secuestro de la pequeña Grace Budd además de que la letra coincidía con la del recado recuperado hacía 6 años atrás. El sobre de la carta aportó una pequeña pero crucial pista. Tenía impreso un pequeño símbolo hexagonal y siglas de una asociación de beneficencia. Se hizo una reunión urgente con los miembros a la vez que todos hicieron la prueba de escritura para ver si en algún caso coincidía con la de 'Frank Howard' El detective King pidió en la junta que por favor alguien dijera si había tomado la papelería de la sociedad y la había llevado a algún lado. Fue entonces que un joven empleado de limpieza aceptó haber tomado algunas hojas y sobres, pero que los había abandonado en su antigua pensión de la calle 200 este y la 52. La casera del lugar quedó sorprendida al escuchar la descripción sobre 'Frank Howard' que coincidía con la de un hombre viejo que había vivido en ese lugar por dos meses y que tenía dos días de haber salido del lugar. El inquilino se hacía llamar Albert H. Fish y le había pedido a la señora casera que le guardara una carta que esperaba de su hijo quien trabajaba en el cuerpo de conservación de Carolina del Norte. El hijo regularmente mandaba dinero de esta manera a su viejo padre. Luego la oficina postal informó a King que había interceptado una carta para Fish, pero como este no había contactado a la casera temió que algo hubiera asustado al viejo y lo haría huir. El 13 de Diciembre de 1934 la casera llama al detective King, Albert Fish esta en la pensión esperando por su carta. El viejo tomaba una taza de te sentado cuando el detective King apareció tras la puerta y movió afirmativamente la cabeza cuando preguntaron por su nombre a la vez que se ponía de pie. Inmediatamente alcanzó un pequeño cuchillo de su chaqueta y lo interpuso entre el y el policía. Esta maniobra enfureció a King quien rápidamente lo tomo y torció de la mano exclamando triunfalmente 'Ya te tengo!...'
El Juicio
Las confesiones de Albert Fish fueron escuchadas por numerosos oficiales y psiquiatras, siendo la mayor parte una inenarrable serie de depravaciones que nadie hubiera creído a no ser porque los detalles fueron corroborados uno tras otro. Y resultaba mas increíble aún considerando el aspecto débil y decrépito del psicópata que la policía tenía ahora bajo custodia.
El detective King fue quien tomo la declaración inicial de Albert Fish, quien dijo que en el verano de 1928 la sed de matar lo había dominado y que inicialmente era el joven Edward Budd a quién tenía planeado asesinar cuando leyó el anuncio en los clasificados. El plan era conducirlo a un lugar alejado mediante engaños, someterlo y cortarle el pene para dejarlo morir sangrando.
Después de visitar la casa de los Budd la primera vez, fue a comprar sus 'instrumentos del infierno': cuchillos de carnicero y una sierra. Los envolvió en un paquete y los dejó encargados en un puesto de periódicos. A pesar de que Edward Budd era ya un joven fuerte y de buen tamaño se hizo a la idea de que podría someterlo a él y a su amigo Willie.
Los detectives entendieron que Fish sabría como hacerlo a final de cuentas.
Pero nada mas fue ver a Grace Budd que inmediatamente cambió de planes: era a ella a quien desesperadamente deseaba matar. Una vez armado el engaño de la fiesta fue con Grace al puesto de periódicos por su paquete, luego tomaron un tren en el Bronx hacia el poblado de Westchester. Para la niña compró boleto sin regreso. En la estación de Worthtington, el viejo estaba tan absorto en su torcido plan que olvidó el paquete en el tren. Irónicamente la niña Budd le hizo notar el olvido. El viaje había durado ya 40 minutos, pero como la niña apenas había salido de su ciudad un par de veces, la experiencia la tenía contenta y felizmente entretenida.
Wisteria Cottage
Búsqueda de los restos de Grace Budd
Ese mismo día la policía recuperó los restos de la niña Budd ante la mirada impasiva de Fish que fue llevado por igual, a la escena del crimen. Por la noche el asistente del fiscal, Francis Marro quiso conocer la razón del crimen de Grace Budd a lo que Fish afirmó que todo era causa de su 'sed de sangre' que lo dominaba al punto de cometer los crímenes que se le imputaban. Una vez que la había matado lo embargó una gran tristeza y al punto deseaba poder dar su propia vida para dársela a la niña, pero el asunto ya estaba hecho. Se le preguntó si había violado a la víctima ante lo cual su reacción fue de total firmeza 'Jamás entró en mi cabeza!...' En ese momento nadie quiso preguntar sobre los detalles de canibalismo que Fish había escrito en la carta. Tal vez nadie quería creer que era capaz de hacerlo, pero también se vislumbraba una estrategia para reservar esos oscuros detalles e impedir que Fish fuera declarado loco o incapaz de sostener el juicio penal.
Recuperación de los restos de Grace Budd
El mismo día de la captura la información se filtró a la prensa quienes inmediatamente fueron al departamento de los Budd para cubrir la noticia. Edward Budd y los padres fueron llevados a la comisaría para identificar a Albert Fish. Fue increíble la falta absoluta de emoción o remordimiento que mostró el viejo al ser increpado por los mortificados padres que con lágrimas en los ojos le reprochaban haberse llevado a su pequeña hija.
Para sorpresa de algunos el historial criminal de Fish no era escaso y había sido fichado por vez primera en 1903 cuando se le encarceló por robo agravado. Desde entonces a la fecha seis veces había sido puesto en custodia pero salía libre ante la falta de pruebas contundentes. Había estado de hecho en instituciones mentales dos veces.
Delia y Albert Budd Jr. durante el juicio
Albert Fish durante el juicio
Eran tantas cosas increíbles las narradas por Fish que el doctor Wertham no podía creerlas juntas, especialmente lo de las agujas. Fish solía encajarse alfileres y diversas puntas en el área comprendida entre el escroto y el ano de tal modo que algunas ya no pudo sacarlas de nuevo. Al tomar la radiografía correspondiente se pudo corroborar esta información. Esta otra horrible manía de Fish era practicada contra sus victimas. Se supo que a la edad de 55 años comenzó a sufrir de alucinaciones sobre Cristo y sus Angeles. Así fue creando algunas ideas que mezclaban sus concepciones torcidas con algunos preceptos bíblicos y repetía constantemente sus propias sentencias. Llegó a creer que Dios mismo le había puesto por misión torturar y castrar niños pequeños. Mandamiento que había efectuado no pocas veces el señor Fish. Según la opinión de Wertham, Fish rebasaba toda concepción y fronteras entre la cordura y la locura. De que padecía de psicosis religiosa no había mas dudas, inclusive sus hijos lo habían visto flagelarse hasta sangrar y Fish decía que si fuera algo malo ya hubiera llegado un ángel a detenerlo como en el pasaje bíblico donde un ángel detiene a Abraham cuando iba a sacrificar a su propio hijo. Y así esa era una de las excusas que tenía mentalizadas cuando se cebaba con sus víctimas. El doctor concluyó que Albert Fish estaba legalmente desquiciado. La personalidad de Fish era introvertida e infantilista y sus conceptos sobre el bien y el mal estaban gravemente distorsionados por las alucinaciones y el severo cuadro de psicosis paranoide, que le era imposible distinguir claramente entre lo correcto y lo contrario.
La batalla legal se centró en determinar si Albert Fish estaba sano y competente o lo contrario, totalmente loco. El doctor Wertham estaba convencido de su locura, pero otros cuatro doctores especialmente de los centros psiquiátricos que anteriormente lo habían declarado 'sano e inofensivo' opinaban lo contrario. La defensa adoptó la primera postura. Mientras tanto Fish se mostraba apático de su situación, ya no le importaba la vida ni la muerte, aunque en algún punto del juicio llegó a comentar a su abogado que deseaba seguir viviendo 'porque Dios todavía le tenía mas misiones que cumplir...' El juicio comenzó el 11 de Marzo de 1935 en Nueva York, siendo el fiscal de distrito Elbert F. Gallagher y el abogado defensor James Dempsey que basó su ataque en demostrar la incompetencia de los doctores que habían determinado años atrás que Fish no constituía un peligro y también demostrar que Fish padecía de una intoxicación por plomo típica de los pintores de brocha gorda. En cambio la estrategia de Gallagher se basó en demostrar como Fish había estado perfectamente consciente de sus actos, de como había premeditado cada uno de sus movimientos y de la plenitud de su memoria y orientación a pesar de su avanzada edad. En un momento dado se argumentó que alguien capaz de comerse a un niño no podía estar cuerdo. La familia Budd testificó y hasta se llevaron en una caja los restos de la niña Grace Budd. El dramático juicio duró 10 días, resultando Fish sentenciado a la pena capital en la silla eléctrica. Se dice que el indiciado no estuvo de acuerdo con el veredicto pero el hecho de ir a la silla le resultaba hasta cierto punto atractivo. Incluso un reportero del Daily News escribió: 'sus ojos llorosos destellaron ante la idea de ser sometido a un calor mucho mas intenso comparado con el que usualmente se quemaba para satisfacer su lujuria...'
Silla donde fue electrocutado Albert Fish
Entró en la sala de la silla eléctrica a las 11:06 p. m. y declarado muerto tres minutos después.
Sobre su ejecución declaró que sería "la experiencia suprema de mi vida". Segundos antes de que la silla eléctrica acabase con su vida gritó que "no sé aún por qué estoy aquí".
Está enterrado en el cementerio de Sing Sing. Una vez sentenciado, Fish confesó el asesinato de Francis X. McDonnell de 8 años. Francis jugaba en el porche de su casa el 15 de julio de 1924 y fue visto por última vez en los bosques cercanos a su casa junto a un anciano cuya descripción coincidía con la de Fish. El pequeño fue estrangulado con su ropa interior.
Otras posibles víctimas El detective William King sospechaba que Fish también era "el vampiro de Brooklyn" por lo que también sería autor de las siguientes muertes:
• Yetta Abramowitz tenía 12 años y vivía en el Bronx. Fue estrangulada en el tejado de un edificio de apartamentos en el 1013 Simpson Street. Murió en el hospital minutos después de ser encontrada.
• Mary Ellen O'Connor tenía 16 años y vivía en Far Rockaway, Queens. El 15 de febrero de 1932 su cuerpo mutilado fue encontrado en los bosques cercanos a una casa que Fish había estado pintando.
• Benjamin Collings, de 17 años.
Video de Albert Fish
Bibliografía:
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